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Venezuela
Fotógrafa por Vocación|Viajera de pura pasión|Venezolana enamorada♥ libiabolivaroraa@gmail.com

viernes, 28 de septiembre de 2012

De Niquitao pa´ Zumbador...

Por cuarta vez decidimos visitar tierras Trujillanas... Marcamos como Destino el Monumento Natural Teta de Niquitao (conocido como El Picacho), salimos tempranito, para que nos rindiera la carretera, no eran aun las 8 de la mañana cuando pasamos por la Represa de Cumaripa, Edo. Yaracuy, quien nos recibió con su apacible belleza. Constituye el principal reservorio del agua de éste Estado, y se alimenta principalmente del río Yaracuy. Alcanza una capacidad máxima de 86,75 hm³, y Ocupa una superficie de 850,75 hectáreas.
Represa Cumaripa, Edo. Yaracuy
Hicimos parada casi obligada cuando entramos a Trujillo... Debíamos parar a apreciar esa vista... nada más y nada menos que la fastuosa Cordillera de los Andes nos recibe, no es poca cosa, así que nos paramos a hacer algunas fotos para el recuerdo...

Entrando a Trujillo

Comienza a sentirse la brisa fresca, pero aun nos preguntamos ¿Dónde está el frío trujillano?... Seguiremos avanzando, ya faltan apenas unos pocos kilométros para llegar a nuestro destino del Día: Boconó, ubicada al sureste del Estado Trujillo, el libertador Simón Bolívar la honró con el nombre de "Jardín de Venezuela", y tuvo razón!, no he visto en ninguna parte más tonos de verde que allí... Sin duda, un espectáculo para la vista...
Catedral de Boconó
En la vía a Boconó, pasamos por Burbusay, pueblo donde podrán comprar fresas robustas y jugosas y frutos varios, allí se hace parada nuevamente, antes de seguir a Boconó, donde llegamos unas horas más tarde. Visitamos la Catedral de Boconó, cuya estructura neogótica resulta imponente.
 
Mas tarde, nos fuimos al hotel donde descansamos y preparamos para la ruta que nos esperaba al día siguiente, cuando finalmente subiríamos al Picacho...
 
Al despertar, organizamos todo,  e hicimos algunas fotos en el Hotel, donde apreciamos la escultura de un Momoy...
 
En las montañas de los Andes, habitan los Momoyes ( o encantos de Agua). Son unos enanitos curiosos, muy viejos, con enormes sombreros redondos de alas anchas, y con largas barbas que les llegan a los pies. Los Momoyes, a diferencia de los gnomos europeos, viven en el fondo de los ríos. A veces bailan en el bosque, cuando llueve, puede que sea por que están muy alegre...
o por que estén enfadados, les molesta que la gente lancen piedras a los ríos, por lo cual al suceder esto el clima cambiara a nublado en poco tiempo, suelen festejar con música de flautas y maracas. Se cuenta que les gustan las muchachas jóvenes, y más de una ha desaparecido cuando lavaba la ropa o paseaba solitaria por la orilla del río. Cuidan los campos y los páramos, y tal vez por eso asustan a los turistas. A veces extravían las cosas de los más descuidados. O les roban los dulces, porque son muy golosos.
 
Tostos
A las 9am aproximadamente, partimos con destino al Picacho... Decidimos pasar por el poblado de Tostós, donde hicimos unas fotos y hablamos con la gente.
 
Conocimos la plaza, la Iglesia, y esta Cruz que reposa al final de una calle empedrada que sin duda es muy bonita...
 
 
Seguimos nuestro camino y comenzamos a subir. Acabó la carretera de asfalto y entramos a la trilla... Al parecer no llovió la noche anterior, lo que nos facilita el paso... Podemos ver a un lado el Río, que suena contra las muchas rocas, y nosotros seguimos subiendo... Nos encontramos con algunos pasos rudos, más no imposibles. Así nos fue llevando la vía hasta que nos encontrábamos en las faldas del Picacho, aun no es visible por entero, pero logramos ubicar el sendero y seguimos ascendiendo... En esta zona, se observan muchas hectáreas sembradas, encontramos todo un abanico de colores, violetas, verde, marrón, el azul del cielo y las blancas nubes que hacen pintoresco el lugar...

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La gente es muy amable, todos saludan, y observan con interes... Nos preguntan a donde vamos, les decimos a La Teta!, dormiremos allá... Al escuchar la respuesta se sorprenden, nos dicen que hace frío... Que mejor nos quedemos en sus casas, que allí podremos dormir bien...
Pero la meta, es la meta!, vamos a la Teta!... Seguimos subiendo, llegamos a 3600msnm que fue el lugar donde acampamos en el viaje anterior, pero decidimos que allí no lo haríamos nuevamente porque la brisa nunca para y eso aumenta la sensación de frío... Seguimos subiendo para llegar lo más cerca posible de la cima en los carros... Así llegamos a éste lugar, donde pensamos que la brisa no era tan ruda, y allí podríamos dormir.... A 3800msnm.

A las 6am, al tocar el agua
No armamos las carpas, porque pensamos que lo haríamos justo antes de dormir, así no se enfriarían... De repente un arcoiris se formó ante nosotros y nos pareció hermoso... Lo que no sabíamos es que el agua estaba cerca, y así, comenzó la terrible lluvia... Afortunadamente pudimos armar el toldo que nos protegió esas horas hasta que cayó la noche y cesó la lluvia... Hicimos una parrilla que además de alimentarnos, nos sirvió para calentarnos.. Más tarde un chocolate caliente y revisamos la temperatura, sorprendiéndonos el hecho de que estabamos a 6°C y aun no eran las 8pm... Nos pareció que iba a estar sumamente frío... En ese momento decidimos que dormiriíamos dentro de la camioneta, no íbamos a arriesgarnos a una hipotermia... Así fué, logramos guardar las cosas dentro del machito, y colocamos un colchón inflable en la parte trasera de la autana... Allí nos acomodamos todos, y tratamos de pasar la noche entre encender la camioneta con la calefacción, el mal de páramos que afecto a dos de las chicas, y luego abrir alguna ventana para no morir por falta de oxígeno.... Fue rudo, si. La temperatura descendió hasta llegar a -3°C. Pero valió la pena!, de repente alguien despertó y miró por el parabrisas, y dijo: Levántense!, tienen que ver esto!... Está amaneciendo...

Eran las 5:30am aproximadamente cuando el sol comenzó a dejarse ver.. Aquella luz era una cosa de cuentos de hadas, fue iluminando poco a poco, paso a paso... Primero unos frailejones, luego otros, hoja por hoja, flor por flor... Así nos fuimos caminando hasta lo alto de la montaña y vimos lo más bello que alguien puede ver: Un amanecer sobre las nubes!
No hay palabras que pueda usar para describir lo que una imagen les va a mostrar... Imaginen esos colores en vivo y directo, imaginen la brisa fría en las mejillas y lo tibio del sol cuando te alcanza la piel.... No tiene comparación!...
Luego de disfrutar este regalo maravilloso, recojimos el campamento, volvimos a cargar los carros y comenzamos a descender, no podríamos dormir otra noche en esas condiciones, así que teníamos que buscar un sitio mejor, y ya sabíamos para donde iríamos!, al terreno del Sr. Alirio, en la Vega de Cabimbú!...
Los caminos del páramos son hermosos... A veces crees que vas directo al cielo. Yo creo que si existe una puerta al cielo, sin duda están aqui; en TRUJILLO, en el Picacho!...
Terminamos de bajar y llegamos hasta Cabimbú... Allí pasaríamos la noche. Saludamos a la gente del pueblo, llegamos al terreno, y comenzamos a armar campamento... Una vez ubicados, nos sentamos un rato a descansar... Así llegó la noche, con algo de frío, pero pudimos conversar un rato más antes de que el cansancio nos venciera.
Nos fuimos a dormir esa noche, con muchas cobijas y con un sueño matador!...
A la mañana siguiente, todos estábamos renovados, descansados y contentos, hicimos un desayuno divino para poder pasar el día tranquilos y descansando... Hicimos algunos recorridos por el terreno, observando la flora y fauna, y aunque no lo crean, encontramos cobertura, "allá arriba, subiendo por el caminito, donde está poste, bueno al lado", como nos dijo el Sr. Bernabé quien fue a visitarnos para darnos la bienvenida y nos regaló una bolsa de fresas frescas, escogidas de su siembra....
Nos regalaron tantas fresas, que pasamos el día entero comiéndolas de cuanta manera se nos ocurrió... Incluso pudimos traernos otro arsenal de fresas en la cava para el camino....
El día que nos regresábamos, llegaron dos niños a visitarnos... Diego y Gilberth... Nos contaron que están en la escuela, y que viven cerca "ahí mismo, en la casita". Y que esa mañana desayunaron arepa, y además, estaba rica.... Hablamos con ellos un rato y les regalamos un abrigo a cada uno, que se pusieron con apuro y alegría... Nos tomamos unas fotos con ellos y les regalos unos dulces, enseñandoles, que no debían botar los papelitos en el suelo, porque se ensuciaba y se ponía feo, de manera que recogieron los papelitos y nos los dieron para que lo botaramos en la basura nosotros...
Diego y Gilberth
Arrancamos y bajamos, y bajamos, y bajamos... Seguimos bajando y entramos en el calor habitual.. En el camino conocimos varios pueblitos, Santiago, San Lázaro, todos con gente hermosa, calles limpias y pintorescas. Ahora si extrañábamos el frío... Decidimos que antes de llegar a casa, iríamos a La Cueva de Zumbador, para intentar llegar hasta el final. Y así lo hicimos... Fue allí donde tuvimos barro. La ruta la planteamos entrando por Yumare y saliendo por Yaracal... Por Yumare había llovido, aunque como la ruta es suave, no presentó complicación... Seguimos avanzando, saludando gente y disfrutando de los paisajes llenos de verde por la temporada de lluvias... La bajada hasta la Cueva no estuvo difícil, ya que no había llovido, aunque si dura ya que tiene una zona de piedras que te hacen sentir cada golpe dentro de la cabina... En algún momento escuchamos un ruidito y comenzó a sonar la dirección... El cajetín había perdido uno de los sellos y la dirección estaba durísima... Ni modo, tenemos que terminar de bajar... ASí lo hicimos, revisamos, y decidimos que nos daríamos un baño para refrescarnos, entraríamos a la Cueva y decidiríamos que hacer...
 Luego de darnos el baño, volvimos a los carros y decidimos que intentaríamos subir así, para acercarnos más a la salida... Así fue, comenzamos a subir, tarea difícil por la dureza de la dirección, y peligrosa, ya que estás expuesto a una fractura con tanta piedra... Logramos subir, y decidimos que era mejor salir, porque teníamos esa falla, no queriamos que se dañara la Bomba.
Primero un poco renuentes, ya que la idea era acampar, pero aun asi seguimos... De repente comenzo a verse una formación de nubes terribles, y unos truenos de espanto.. Nos miramos todos y coincidimos: Menos mal que salimos!. La lluvia promete mucho barro...
El  paso por Zumbador los propusimos porque en una ruta pasada, prometimos llevar mecate a unos señores que habitan allí, y no habíamos podido ir... De manera que pasamos a eso, y cumplimos, nos encontramos con el Sr. Zenon y le hicimos entrega del mecate...
Nos encontramos niños en el camino y les regalamos dulces, saludando a la gente, conversando y aprovechando de conocer otro rincón de Venezuela...   Terminamos de salir y el palo de agua nos alcanzó en la vía a Tucacas... Afortunadamente terminamos de llegar bien y tranquilos..
 
 
 
 
 
 
HASTA LA PRÓXIMA RUTA!